La energía obtenida a partir del gas natural procede de la energía que contienen los enlaces químicos C-H existentes en los hidrocarburos que componen el combustible. Para obtener esta energía se debe producir el proceso de combustión.
La combustión es la reacción de oxidación de una sustancia combustible (gas natural) al combinarse con una sustancia oxidante denominada comburente (oxígeno). Esta transformación va acompañada de desprendimiento de calor que se manifiesta normalmente en forma de llama. Para que la combustión tenga lugar, es necesario que el combustible y el comburente entren en contacto en las proporciones adecuadas y que la temperatura de la mezcla sea superior a su temperatura de ignición.
REACCIÓN DE COMBUSTIÓN: CH4 + O2 ==> CO2 + 2 H2O + CALOR
En la práctica, la reacción de combustión se produce en los quemadores al entrar en contacto el gas natural con el oxígeno del aire en unas determinadas proporciones y condiciones de presión y temperatura, gracias a esta reacción se obtiene el calor necesario para calentar agua, cocinar, calefactar locales, producir vapor para procesos industriales, etc.